23 de Abril del 1990

Quizás este sea un acto un poco egocéntrico, pero como no todos los días una cumple 19 años, me voy a permitir el lujo de dedicarme la actualización del blog a mí misma. Y para darle el toque de egocentrismo que faltaba, como no, voy a escribirlo en tercera persona.


Laurie nació un lunes 23 de abril del 1990. La primera vez que sus hermanas la vieron dijeron que era muy fea. No es para menos. Laurie ha visto fotos suya de recién nacida y reconoce que lo era. Era muy pequeña, muy delgaducha y tenía los ojos enormes y de color marrón muy oscuro. Además, una pelusilla morena le cubría la cabeza. Era realmente fea. Laurie pesó 2,900Kg al nacer, pero a los pocos días bajó hasta los 2,500Kg. A Laurie le han contado que el hueso del dedo meñique se le veía a trasluz, porqué tenía muy poca chicha. Mamá le daba mucho de comer, para que ganara peso y no tuviera que entrar en la incubadora. Y lo consiguió.

Laurie siempre ha vivido en Altea, hasta que el año pasado se mudó a Valencia para estudiar en la universidad. Le gusta mucho Altea y también Valencia.

Laurie siempre procura estar feliz y, además, es que Laurie no sabe estar durante mucho tiempo triste. Es algo que le ocurre desde pequeña. Tan pronto se pone triste como vuelve a estar alegre.

Ella adora los animales. En especial los perros, aunque también le gustan muchos los monos. Siempre dice que de mayor tendrá un mono y un perro, aunque papá le asegura que será difícil, porque “los monos son muy cojoneros”. Aunque ella es más que feliz con su perrita Kira.

Laura ha querido ser de profesión muchas cosas a lo largo de su vida. Tuvo una temporada en la que le entusiasmaba el oficio de gasolinera (es decir, persona que sirve la gasolina), creo que porqué siempre le ha atraído mucho el olor del combustible. Luego también quiso ser astronauta. Pintora. Maestra. Princesa. Ingeniera. Médica. Piloto de fórmula 1. Presidenta del gobierno. Periodista. Escritora. Masajista. E incluso GATO. Sí, Laurie quería ser un gato.


Hubiera sido divertido.

Sí, quizás en otra vida lo consiga.

¡Feliz Cumpleaños, Laurita!