Morriña

Después de un fin de semana entero sola en casa me acostumbro demasiado a ti, Kirita. Así que ahora llego a San Vicente y no tengo a nadie a quien tirarle la pelota, ni tengo a nadie que se cuele en mi cama por la noche, ni que me despierte a lametazos. ¡Te echo de menos, Kira! >.<

(Aunque tiene unos meses ya, no me canso de verlo)