sábado, 20 de noviembre de 2010

Aventuras en Pañales

Esta semana se ha pedido en una cadena de mensajes a los usuarios de facebook que cambien la imagen de su perfil por la de sus personaje televisivo favorito de la infancia. Yo lo he tenido claro: Tommy Pickles (de los Rugrats).
Esa serie marcó mi infancia. Empecé a verla con 6 años y reconozco que a los 12 todavía no me perdía ni un capítulo.
Es verdad que de pequeña seguía dos o tres series diarias (ahora prácticamente no veo la tele), pero la de los rugrats no aceptaba perdermela.

Tenía (tengo) cuatro o cinco muñecos de Tommy (el más gracioso era uno enorme que le dabas de comer un helado frío y se manchaba toda la boca de naranja) xDD
Pero mi preferido era un muñequito que me regalaron cuando cumplí 7 años. Era bastante pequeño, un poco más grande que el movil, de trapo y tenía la cabeza, las manos y los pies de plástico duro. Recuerdo que entre 2º de primaria y por lo menos hasta 6º iba con él a todas partes. En serio, aquello era obsesión. Es curioso porque en todas las fotos que tengo durante ese periodo (o en casi todas) salgo con mi pequeño Tommy en la mano: navidades, en casa, en el colegio... ¡Todas! jajaja
Unas vacaciones paramos a comer en Burgos en un pueblecillo. Salimos del restaurante y pillamos el coche porque ibamos de camino a Madrid. A los 100km nos dimos cuenta de que Tommy se había quedado en el restaurante. Laura lloró y lloró y a los 102km papá tuvo que dar la vuelta y volver a por él.
Otra noche el dichoso muñeco se perdió por el hueco del ascensor. No pegué ojo, hasta que a la mañana siguiente el conserje bajó a por él y lo tuve en mis manos.

El problema llegó cuando Kira entró en casa por primera vez. No lo soportaba. Veía que siempre estaba en mi mano y siempre me lo intentaba robar. Por las noches Tommy dormía en la cuna que estaba en mi mesilla de noche. Cuando me dormía, Kira aprovechaba para llevarselo a sus dominios (su cestillo). Ahora el pobre Tommy no tiene manos y pies de plastico, sino muñones. Y sus prominentes orejas también están llenas de mordiscos.

Pero claro, a Kira se lo perdono todo... ^^

2 comentarios:

Adriana Gil dijo...

Yo en cambio odiaba a los Rugrats, con sus andares patosos, sus líneas irregulares, sus pelos mal puestos, sus pañales, la forma en la que lloraban, lo repelentes que eran a veces, su insoportable hermana mayor (la de Tommy). Si veía esa serie era por Chuckie (se llamaba así?) que era el único que me caía bien.
Me gusta cómo acaba la historia, llegó Kira a casa pero la quisiste más y compartiste a Tommy :)

Estaba pensando que ya no llevas la estrella que luces en tu foto!
:) Feliz sábado :)

D. Perucha dijo...

Siempre he querido tener un bebé con destornillador.