lunes, 20 de diciembre de 2010

Amantes felices

No creo que haga muchas más actualizaciones antes de terminar el año, así que quería despedirme del 2010 con mi parte preferida de mi libro preferido: Los pilares de la Tierra.

Es el recuentro entre Jack y Aliena, en una catedral de París.

—¿Eres realmente tú?
—Sí —respondió Aliena apenas en un susurro—. Soy yo misma.
La tensión fue excesiva y rompió a llorar. Jack la rodeó con los brazos y la apretó con fuerza contra sí. Entre ellos estaba el niño que Aliena llevaba en brazos.

(...)

—¿Cuánto hace que estás viajando?
—Las tres cuartas partes de un año.
—Pero... ¿por qué?
—Porque te quiero.
Jack parecía confundido. Se le saltaron las lágrimas.
—Yo también te quiero —musitó.
—¿De veras? ¿Me quieres todavía?
—Sí, sí.
Aliena estaba convencida de que lo decía de corazón.

(...)

—Fuiste muy valiente —elogió Jack—. Aún no puedo creerlo. ¡Me seguiste a todo lo largo del camino!
—¡Volvería a hacerlo! —afirmó Aliena con fervor.
Jack la besó otra vez.
—Si insistís en comportaros de manera impúdica en la iglesia permaneced en la nave, por favor —dijo una voz en francés.
Era un monje joven.
—Lo siento, padre —contestó Jack al tiempo que cogía a Aliena por el brazo.
Bajaron los escalones y atravesaron la parte sur del crucero.
—Fui monje durante un tiempo... Sé lo duro que es para ellos ver besándose a unos amantes felices.
Amantes felices, se dijo Aliena. Eso es lo que nosotros somos.

2 comentarios:

Adriana Gil dijo...

No me gusta, me encanta.

Laura Ruiz dijo...

Enamoradísimas de Jack, eh? :P