Mil maneras diferentes de expresar sus ánimos a aquellos que por unas causas u otras están allí. Mil maneras, mil regalos. Xip y yo no tenemos ningún familiar ingresado. Tampoco ningún amigo. Y sin embargo también vamos a llevar un regalo.
Un poco asustados entramos en una sala y nos preguntan por nuestro estado de salud, nuestro peso, altura, datos personales. ¿Es la primera vez? (preguntan). Con una risa nerviosa contestamos los dos que sí. A mí me llevan primero a otra sala, donde me pinchan el dedo y miden mis niveles de hierro en sangre, mi tensión y otra serie de factores que afectan a mi salud. “Perfecto, Laura. Pasa con esto a la siguiente sala”, dice la médico. Una vez allí, deben de verme la cara de asustada, por lo que dos asistentes vienen a hablar conmigo mientras le quitan importancia al pinchacito.
“En dos semanas os llegarán los resultados de las analíticas, chicos” nos dice uno de los médico cuando salimos, a la vez que nos entrega un bocadillo a cada uno.
Xip y yo salimos del hospital con medio litro menos de sangre, con un bocata en el estomago y con una sonrisa de satisfacción.
- No dolía…
- ¡Ya!
- Y ahora te sientes bien ¿eh?
- La verdad es que sí…
- Los médicos han sido muy agradables…
- ¡Cierto!
(Silencio)
- ¡Va, dilo de una vez!
- ¡Aghs… gracias por haberme arrastrado hasta allí!
Dona sangre, regala vida. Nunca sabes cuando la puedes necesitar tú…
Recibirla cuando la necesitas, es un derecho. Donarla cuando puedes hacerlo, un deber.
4 comentarios:
Buenas!
Tú sabes que si no fuese por el pánico que le tengo a visualizar la sangre, habría donado ya unas cuantas veces. Aunque el día menos pensado lo haré ;)
Uf tia, no saps quantes vegades ho he pensat i desitjat amb força, però esque només de pensar-hi ja em marejo, em vé d'herència... ÉS una sencació que no es pot descriure si no la sents, és un nivell superior al fàstig i al pànic, caldria inventar alguna paraula...
En fins, felicitats i gràcies per ser com sou, vosaltres sou les imprescindibles ;)
Laurita, como no tengo tu teléfono... ¿Te quedaste con la cámara de fotos ayer? Llámame y mándame algo npardomolina@gmail.com. Thanks.
Ya te dije que te leería...
Yo hace años que dono y cada vez que pasa el tiempo preceptivo para la siguiente donación me siento mal.
Una anécdota: mi madre de manera injusta y egoísta me decía que para qué donaba sangre, que beneficio obtenía. Hasta que la tuvieron que ingresar y necesitó una transfusión. Al visitarla nos preguntó a mi mujer y amí: "¿Qué grupo sanguineo tenéis?" Parecía un vampiro, pasamos mucho miedo.
Besos
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