viernes, 6 de febrero de 2009

Regalos Invisibles

Artículo redactado por Raúl Mérida Gordillo, presidente de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alicante.

Regalos Invisibles

Existe un fantástico monumento en Alemania que es absolutamente invisible. Se puede visitar en pleno centro neurálgico de la capital y probablemente sean a estas alturas millones de ciudadanos los que habrán pasado por encima del mismo, sin ni siquiera darse cuenta. Y no porque no exista. Las principales guías turísticas de la ciudad lo recogen como uno de los lugares más emblemáticos y bellos de la ciudad. Por cierto, se llama, precisamente, el monumento invisible. Está formado por cientos, por miles de piedras que conforman el extenso suelo de una inmensa planicie. Aparentemente para aquellos visitantes que pisan la misma, no es sino una plaza abierta carente de estatua que la corone. Sin embargo, en sí misma, posee el monumento invisible. Les explico. Debajo de esas piedras, sobre la misma roca que conforma cada una de ellas, se encuentra grabado el nombre de una persona asesinada en la segunda Guerra Mundial. Son la mayoría judíos, víctimas de la sangrienta persecución de la que fueron objeto en la época nazi. En realidad, nadie sabe cuando pisa una de esas piedras qué letras porta en su reverso, pero sí sabe que en esa piedra lleva un nombre de persona.Quizás muchas de las acciones que realizamos cada día lleven también un nombre de persona. Cuando decimos: -"hola"-, -"adiós"- o, -"te quiero"-, irremediablemente, pensamos en alguien, aunque, no necesariamente, pronunciemos su nombre. Por eso, hoy me gustaría realizar también este homenaje invisible a todos esos regalos con nombre de perro o gato, que llegarán en unas horas a su casa en forma de regalo. Todos ellos estarán cargados de vida, de ilusiones, de ganas de olisquear el nuevo hogar con el que la vida les ha obsequiado. Pero, también, tendrán miedo, sentirán nervios y necesitarán, poco a poco, ir sintiéndoles su nueva familia. Será necesaria paciencia y mucho entendimiento para que, por un lado, ustedes lleguen a saber qué se esconde detrás de cada uno de sus ladridos y, por otro, para que él también alcance a comprenderles. Y, si van descubriendo poco a poco su lenguaje y, él el suyo, sin darse casi cuenta, un día descubrirán que, con sólo mirarle, ya saben lo que quiere.Para entonces, él estará atado de por vida a su cariño y usted al suyo. Y puede que, de nuevo, como ocurre en aquel sagrado monumento alemán, esa línea también invisible que une a los mejores amigos, se haga visible entre los dos. Sólo espero que nunca se rompa, que los sentimientos que la sellan permanezcan inalterables para siempre. Sin embargo, desgraciadamente, sé que no es siempre es así. También cada abandono tiene grabado un nombre de perro o de gato y de la persona que los olvidó. El albergue me recuerda, una y otra vez, historias de regalos que acabaron en un adiós. Animales que se volvieron invisibles para sus dueños a los pocos días de tenerlos. ¡Ojalá, pasadas las navidades, no acabe ninguno de ellos abandonados en la basura como juguetes rotos, buscando algo que comer!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente... me encanta como escribes :)

A ver cuando quedamos tu y yo en valencia para havlar un rato que ahora ya hemos acabado examenes. Por cierto.. ¿Como has quedado?

Un besoo :)

Laura Ruiz dijo...

Ferran y a mi me encanta como lees :)

Este artículo no es mío jajaja :$

Pero gracias igualmente ^^
Los exámenes creo que bien. Tenía 7, me presenté a las 7 y no creo que haya suspendido ninguna. Tú?

Vuelvo esta tarde a Valensiiaaaaesdelpp xDD Avísame cuando quieras (Aunque ahora voy un poco más liada, que le doy clases a un nene =)

Un bexitooo ^^