Escucho la puerta de casa abrirse y un portazo me saca de los apuntes de Historia. Mi madre, profesora de primaria, acaba de llegar a casa y por su aspecto noto que algo va mal. “¿Qué pasa?” le pregunto. Se sienta en el sofá y empieza a contarme: Hoy tenían prevista una excursión a la fábrica de chocolates “Valor” y se ha tenido que cancelar ya que el autobús, que era de una empresa de Benidorm, no ha logrado llegar hasta el colegio situado en L’Albir por culpa de los piquetes que cortaban la carretera.
Debido a que los últimos días los he pasado prácticamente en una burbuja estudiando para selectividad, no he visto realmente la importancia que está adquiriendo la huelga de transportistas. Lo primero que hago es tomarme un descanso e irme a internet a ver que dicen en los periódicos. “La están liando”, pienso cuando veo el panorama. A estas alturas, naturalmente, es inútil negar que vivimos un periodo de recesión que tanto si se llama “desaceleración económica” o “crisis”, está afectando muy seriamente a la economía mundial. El petróleo sigue subiendo diariamente y alcanzando máximos históricos mientras que a su vez, todos los productos, y especialmente los bienes primarios, incrementan sus precios para hacer frente a esta subida. Los transportistas se quejan del precio de la gasolina y están dispuestos a “paralizar” todo el país para que se les escuche. A su vez, en el diario digital veo numerosos comentarios de algunos lectores criticando “las mentiras de ZP” y advirtiendo al resto “que este Rompeespaña sólo podía hacer algo así y que ahora nos tocaba aguantarnos por haberle votado”.
¡No puedo creerlo! No hay semana en que no leamos que el precio de la harina ha aumentado, el pan consecuentemente, los limones, los cereales, los huevos, la leche y demás productos sin que los panaderos, los basureros o cualquier ciudadano que consuma dichos productos, es decir, el país entero, reciba más ayuda que los 400€ famosos e insuficientes de ZP. La crisis del petróleo está produciendo inflación como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante el siglo pasado. Y al igual que aquellas veces, toca apretarse los pantalones y joderse, porqué al fin y al cabo siempre somos los trabajadores los que pagamos los platos rotos de los demás. Si el gobierno consiente y da dinero a los transportistas para compensar el precio de la gasolina, el resto de ciudadanos, con todo su derecho, reclamaran su parte de ayuda ya que ellos también sufren la subida de precios. Si el gobierno vuelve a ceder y les da dinero a ellos también, éstos seguirán consumiendo al mismo ritmo y consecuentemente los precios seguirán subiendo y entonces los transportistas volverán a pedir ayudas y este es el pez que se muerde la cola.
Por ello, cuando veo estas largas colas de camiones parados en importantes carreteras nacionales, con sus respectivos camioneros apretando sus cláxones, coreando “Zapatero, cabrón, súbete al camión” a la vez que enseñan sus traseros con el nombre del presidente escrito, me pregunto si es que ellos son especiales por tener el poder de parar el país y si por esta causa entre todos debemos costearles a ellos la rebaja del precio de la gasolina.
Ni sé cual es la solución, ni si realmente el gobierno lo está haciendo mal, pero mientras que la situación se arregla, alguien debería hacerles memoria a esos huelguistas quienes son los culpables del actual precio del petróleo…
Debido a que los últimos días los he pasado prácticamente en una burbuja estudiando para selectividad, no he visto realmente la importancia que está adquiriendo la huelga de transportistas. Lo primero que hago es tomarme un descanso e irme a internet a ver que dicen en los periódicos. “La están liando”, pienso cuando veo el panorama. A estas alturas, naturalmente, es inútil negar que vivimos un periodo de recesión que tanto si se llama “desaceleración económica” o “crisis”, está afectando muy seriamente a la economía mundial. El petróleo sigue subiendo diariamente y alcanzando máximos históricos mientras que a su vez, todos los productos, y especialmente los bienes primarios, incrementan sus precios para hacer frente a esta subida. Los transportistas se quejan del precio de la gasolina y están dispuestos a “paralizar” todo el país para que se les escuche. A su vez, en el diario digital veo numerosos comentarios de algunos lectores criticando “las mentiras de ZP” y advirtiendo al resto “que este Rompeespaña sólo podía hacer algo así y que ahora nos tocaba aguantarnos por haberle votado”.
¡No puedo creerlo! No hay semana en que no leamos que el precio de la harina ha aumentado, el pan consecuentemente, los limones, los cereales, los huevos, la leche y demás productos sin que los panaderos, los basureros o cualquier ciudadano que consuma dichos productos, es decir, el país entero, reciba más ayuda que los 400€ famosos e insuficientes de ZP. La crisis del petróleo está produciendo inflación como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante el siglo pasado. Y al igual que aquellas veces, toca apretarse los pantalones y joderse, porqué al fin y al cabo siempre somos los trabajadores los que pagamos los platos rotos de los demás. Si el gobierno consiente y da dinero a los transportistas para compensar el precio de la gasolina, el resto de ciudadanos, con todo su derecho, reclamaran su parte de ayuda ya que ellos también sufren la subida de precios. Si el gobierno vuelve a ceder y les da dinero a ellos también, éstos seguirán consumiendo al mismo ritmo y consecuentemente los precios seguirán subiendo y entonces los transportistas volverán a pedir ayudas y este es el pez que se muerde la cola.
Por ello, cuando veo estas largas colas de camiones parados en importantes carreteras nacionales, con sus respectivos camioneros apretando sus cláxones, coreando “Zapatero, cabrón, súbete al camión” a la vez que enseñan sus traseros con el nombre del presidente escrito, me pregunto si es que ellos son especiales por tener el poder de parar el país y si por esta causa entre todos debemos costearles a ellos la rebaja del precio de la gasolina.
Ni sé cual es la solución, ni si realmente el gobierno lo está haciendo mal, pero mientras que la situación se arregla, alguien debería hacerles memoria a esos huelguistas quienes son los culpables del actual precio del petróleo…
1 comentario:
Buenas, excelente artículo, aunque me gustaría hacer una pequeña discrepancia, has afirmado que España está en recesión y eso es erroneo, la recesión se produce cuando hay un decrecimiento del PIB y eso no está ocurriendo. Si hay un crecimiento mucho menor y es realista llamarlo crisis, pero macroeconómicamente hablando, no se puede considerar recesión.
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