La lluvia no cesó en todo el día. A las cuatro de la tarde estaba en la biblioteca de la facultad de derecho y empezó a caer con mucha fuerza. Me encanta la sensación de estar protegida en un lugar caliente, sobre todo si tiene ventanales para ver que sucede fuera, y sentir que la lluvia golpea los cristales. Me encontré con Adriana, comentamos la situación y las dos estuvimos de acuerdo. Me gusta sentir que pequeños detalles que me hacen feliz, producen en otras personas la misma sensación.
Cuando fui a salir de la biblioteca la lluvia dio una tregua. Sin embargo, una fina capa de agua seguía cayendo, lo que me permitió volver a sentir que mi chubasquero era de lo más útil. Perfecto para ser inagurado. Días acordes con las circunstancias.
Pero mi preferido era un muñequito que me regalaron cuando cumplí 7 años. Era bastante pequeño, un poco más grande que el movil, de trapo y tenía la cabeza, las manos y los pies de plástico duro. Recuerdo que entre 2º de primaria y por lo menos hasta 6º iba con él a todas partes. En serio, aquello era obsesión. Es curioso porque en todas las fotos que tengo durante ese periodo (o en casi todas) salgo con mi pequeño Tommy en la mano: navidades, en casa, en el colegio... ¡Todas! jajaja
En “24 i Jo” he conocido a los/las que acabaron por ser mi grupo de amigos de la adolescencia. Al principio nos juntábamos sólo en fiestas de Benidorm pero al final hemos terminado saliendo siempre juntos los fines de semana. Cada año van entrando más generaciones a la penya y por ello este año hemos pasado de ser “24 i jo” a ser más de 40. El local, que no sé muy bien por qué todos los años lo cogemos al lado del “Mercury”, se llena de alcohol, golosinas, música y mucha gente con ganas de fiesta. En esta penya se han formado parejas. Se han roto. Se han vuelto a reformar xD. Pero lo más importante es que siempre hemos seguido todos juntos.